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Proyecto Social Carmo!

David Leomar


Es con gran alegría y satisfacción que les escribo para compartirles la mejor experiencia que tuvimos durante el taller arquitectónico que realizamos con los adolescentes de su proyecto social. Fue un evento increíblemente enriquecedor y gratificante para todos los involucrados.


Durante el taller, los adolescentes se sumergieron por completo en el mundo de la arquitectura, explorando su creatividad y desarrollando habilidades arquitectónicas. Uno de los momentos más destacados fue cuando les presentamos el desafío de diseñar y construir su propia maqueta arquitectónica.


Recuerdo claramente cómo, al inicio, algunos de ellos se mostraron tímidos y dudosos de sus habilidades. Sin embargo, a medida que avanzaba el taller, pude presenciar una transformación asombrosa. Los adolescentes se volvieron más seguros de sí mismos.



Estaba impresionado por haber encontrado grandes habilidades en niños y la atención al detalle que mostró LUCAS un niño que hace sentirme grato por el trabajo realizado. Pero lo más emocionante fue ver el brillo en los ojos de los adolescentes mientras presentaban sus maquetas con orgullo y compartían su proceso creativo con sus compañeros y sus familiares y cómo los padres les hacía feliz saber que les gusta algo tan lindo de una profesión.


Uno de los grupos presentó una maqueta inspirada en sus vivencias, donde utilizaron materiales reciclados para representar una casa donde todos armaron juntos. Explicaron cómo cada elemento de su diseño había sido cuidadosamente considerado para  explicar su forma de vida.  Fue inspirador escucharlos hablar con tanta pasión y debatir qué era o no correcto en una casa.


Este taller arquitectónico no solo les ayudó a aprender sobre diseño y construcción de maquetas, sino que también les brindó la oportunidad de descubrir su propio potencial, desarrollar habilidades colaborativas y ganar confianza en su capacidad para enfrentar desafíos creativos. Fue una experiencia transformadora tanto para ellos como para mí como arquitecto.


Agradezco profundamente la oportunidad de haber trabajado con los adolescentes del Centro Bairro do Carmo. Fueron un grupo excepcionalmente talentoso, motivado y apasionado. Espero que esta experiencia los haya inspirado a seguir explorando el mundo de la arquitectura y la considere como una posible carrera profesional.


Si hay alguna otra forma en la que pueda colaborar con el Centro Bairro do Carmo en el futuro, no duden en contactarme. Estoy emocionado de seguir apoyando iniciativas que brinden oportunidades creativas y educativas a jóvenes que tienen un corazón grande y sin maldades, estoy agradecido por cómo me acogieron y me integraron a la comunidad como un hermano más.


Atte: TIO LEO.

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