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Crecer como persona



Mi nombre es David, y estuve en Cochabamba (Bolivia) realizando un programa de voluntariado con la Fundación Unisol, perteneciente a la plataforma Milonga.


Concretamente estuve trabajando en el Centro Rincón de Luz, un centro de enseñanza educativa y atención integral para los niños de la zona sur de la ciudad.


La verdad, no sé por donde empezar… Ha sido tanto lo vivido y tantas las buenas experiencias que se me hace difícil reducirlas en unas líneas. Cuando llegué, ya el primer día quedé cautivado por la tierra, su gente y sus costumbres. Bolivia es un Estado Plurinacional conformado por varios pueblos indígenas (quechuas y aymaras en su mayoría), lo cual brinda al país de una diversidad cultural envidiable.


La fundación Unisol tiene varios proyectos en marcha en las zonas de Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra. La primera parte de nuestro proyecto la realizamos en Santa Cruz, en una guardería perteneciente a Reina, una educadora bastante conocida en el lugar por las buenas obras que ha ido realizando durante los años, con mucho esfuerzo y dedicación con el único objetivo primario de ayudar a los más necesitados de la zona, brindando apoyo educativo a niños con problemas de inserción social y desestabilidad familiar. Allí aprendí los conceptos básicos de Economía de Comunión y como se había puesto en práctica los valores de este movimiento en este caso concreto. Cabe mencionar que yo estudio Derecho, por lo tanto conocer este tipo de tendencia económica cívica y comunitaria me fue muy útil para obtener nuevos conocimientos y conocer otras formas de estructurar un proyecto social, mediante los valores de comunión, gratuidad y reciprocidad.


Acto seguido, después de haber disfrutado unos días con Reina en Santa Cruz, partimos hacia donde íbamos a desarrollar la mayor parte de nuestro proyecto en Bolivia: Cochabamba. Allí fuimos recibidos por los responsables del Centro Rincón de Luz, a los cuales siempre les estaré eternamente agradecido por todo lo que nos han enseñado y por el gran trato que recibimos por su parte.

Éste, es un centro de atención integral y enseñanza educativa como he dicho al principio. Las funciones consisten en brindar un apoyo educativo a los niños complementario a lo que aprenden en el colegio así como atenderles en cuanto a las dificultades que puedan tener en cuanto a dicho aprendizaje, así como una labor social y comunitaria con las familias de estos mediante talleres de capacitación familiar y atención social. También hay un comedor, por lo que aparte del apoyo educativo, también podría decirse que realizan una labor social, ya que la alimentación muchas veces supone un gran esfuerzo para las familias. A su vez, los niños tienen la posibilidad de hacer deporte y jugar en el Centro, ya sea de manera didáctica o para desconectar, dependiendo del caso concreto y necesidades de cada uno.

He de decir que me siento muy afortunado por poder haber formado parte de esta familia, del Centro Rincón de Luz, ya que quede prendado de la grandísima labor que realiza este centro y de lo mucho que ayudan a las familias de la comunidad, no solo enseñando y guiando a los niños, si no también ejerciendo como psicólogos y trabajadores sociales de forma desinteresada. En definitiva ha sido todo un placer poder aportar un pequeño grano de arena a este maravilloso proyecto. Aracely, Silvio, Marco, Amalia y Ani… se me hace necesario nombrarlos ya que hacen que este centro siga funcionando y cada vez adquiera más repercusión social. Ayudan mucho y lo hacen bien.


En cuanto a la ciudad, Cochabamba es la tercera ciudad más importante de Bolivia, con una extensa diversidad y riqueza gastronómica. Su gente es agradable y hospitalaria. Gracias a ellos aprendí los valores de comunidad y solidaridad como valor social, extendiendo sus límites de una manera que yo jamás hubiese imaginado, ayudando al prójimo sin necesidad ni contraprestación alguna, con la consecuente autorrealización que ello conlleva.



Nunca imaginas hasta que punto una experiencia como esta puede aportarte tanto como persona. Sólo diré, y a modo de conclusión, que fui a Bolivia a ayudar y me volví con la sensación de que lo que realmente ocurrió, es que ellos fueron los que me ayudaron a mi a crecer como persona.


Un fuerte abrazo.


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